CARTEL
Los carteles se usan en merchandising para divulgar y apoyar
campañas comerciales dentro del establecimiento (como las rebajas o promociones
de todo tipo). Generalmente, se colocan pegados en las paredes, muebles o
cabeceras de góndola, sobre pies metálicos o colgados del techo.
Los carteles también sirven para anunciar espectáculos o
eventos culturales (conciertos, recitales, encuentros deportivos, películas de
cine -cartel cinematográfico-, obras de teatro, ferias, exposiciones o corridas
de toros -cartel taurino-).
En dichos casos, se encolan en las paredes de los edificios
donde tendrán lugar el acontecimiento u otros lugares de la ciudad habilitados
al efecto.
Además de la cartelería publicitaria, existe una larga
tradición de cartelería de propaganda política, que se utiliza con profusión
durante las campañas electorales, donde impresos de todo tamaño (folletos,
carteles y vallas publicitarias) divulgan las fotos de los candidatos, el
logotipo de los partidos y los eslóganes electorales. El cartelismo político
fue especialmente importante en la primera mitad del siglo XX, sobre todo
durante el periodo de entreguerras (1914-1918). El cartelismo bélico fue muy
utilizado en ambas guerras mundiales.
Póster es una palabra castellana de origen inglés (poster,
sin tilde), admitida en el DRAE como término para referirse a los carteles que
han perdido su inicial función publicitaria para servir únicamente como medio
de expresión artístico. Su plural es pósteres.1
Como cartel, un póster es una impresión que tiene como
soporte una lámina de papel de cualquier tamaño, diseñado para ser colocado en
una pared o en una superficie vertical. En él se incluyen imágenes de cualquier
tipo (grabados, dibujos o pinturas de cualquier técnica, fotografías, etc.),
elementos gráficos y textos (cuya disposición y tipografía tienen una función
particularmente importante).
Principalmente son y han sido un medio de propaganda,
protesta y para lanzar mensajes de todo tipo. También son usados para
reproducir obras artísticas, resultando en una forma económica de decoración,
que convierte a las obras de arte más famosas en objetos de consumo de masas.
Otros sirven como recurso educativo en el entorno escolar.
Los carteles y pósteres antiguos o creados por artistas de
fama, alcanzan en el mercado de arte altas cotizaciones, al ser de interés para
el coleccionismo.
Cartel de texto
Éstos tienen una larga historia, desde anunciar las obras de
William Shakespeare, hasta proclamar y anunciar leyes y decretos de los
gobiernos, durante muchos siglos.
Véase también: Pasquín
[editar]Carteles o pósteres gráficos. Cartelismo
Artículo principal: Cartelismo
La gran revolución del cartelismo llegó con la aplicación de
la litografía y la utilización del color, que permitieron ilustrar de un modo
vibrante y con mayor impacto. Se desarrolló primero en Francia, y en la última
década del siglo XIX estaba extendido por toda Europa. Entre los cartelistas
más notables estuvieron Alfons Mucha, Jules Chéret y Henri de Toulouse-Lautrec,
cuyas creaciones se consideraban ya en la época como carteles artísticos.
En la década de 1960, con el pop art, los movimientos
contraculturales y juveniles, se utilizaron ampliamente los carteles y
pósteres. Entre los de mayor trascendencia estuvieron los producidos por
estudiantes franceses en Mayo del 68.
Cartel de propaganda, bélico o político
Artículo principal: Cartel político
Desde la Primera Guerra Mundial los carteles de
reclutamiento y de propaganda política se volvieron muy comunes, y muchos
persistieron en las conciencias nacionales, como el estadounidense I Want You
(El Tío Sam te necesita), o el británico Loose Lips Sink Ships (Hablar sin
cuidado hunde barcos), que advertía de los espías. Los totalitarismos del
periodo de entreguerras (Unión Soviética, Italia fascista, Alemania nazi)
utilizaron el cartel como un medio eficaz de adoctrinamiento de las masas. La
guerra civil española presenció una emulación creativa de cartelistas en ambos
bandos.
"Cheesecake poster"
Artículo principal: Pin-up
Las imágenes de pin-ups anónimas o famosas, como Betty
Grable y Jane Russell, se reproducían incluso como decoración de bombas y
aviones durante la Segunda Guerra Mundial, con el fin de elevar la moral de los
soldados. Convertidas en pósteres (cheesecake poster o "póster de tarta de
queso"), pasaron a ser un objeto de consumo adolescente en las décadas
siguientes, aunque para la época de la Guerra de Vietnam ya había decaído su
uso bélico. En su vertiente civil, vinculada al fenómeno fan, continuaron
siendo comunes hasta la década de 1980 con las estrellas de la televisión
estadounidense como Farrah Fawcett y Cheryl Tiegs.
Artículo principal: Cartel de cómic
El resurgimiento de la popularidad del cómic en la década de
1960, llevó a la producción masiva a partir de la década de 1970 en adelante.
Estos pósteres muestran una variedad de personajes en diferentes poses. El
hecho de que los cómics sean un nicho en el mercado significa que un póster
dado tiene una posibilidad de desarrollo, a diferencia de otros géneros de
póster. De cualquier manera, estos póster son también buscados por los
coleccionistas. cada cartel lleva un control de seguridad por eso hay que
expresarse en el y sacar el amor o algun coraje execivo que lleves dentro
etc....
Estructura de las luces de neón del Edificio Carrión, uno de
los hitos urbanos de Madrid, que ha aparecido de forma destacada en varias
películas (como El día de la bestia).
Los carteles luminosos o anuncios luminosos, son carteles o
letreros que se iluminan artificialmente. Tradicionalmente se restringía esa
práctica al horario nocturno, en ausencia de luz natural; pero desde finales
del siglo XX es habitual utilizarla también en horario diurno. Con anterioridad
a la electrificación se utilizaban luminarias de aceite u otros combustibles,
pero desde finales del siglo XIX la iluminación eléctrica es la dominante. El
avance más espectacular fue la incorporación del tubo fluorescente con toda la
variedad de colores (las llamadas "luces de neón", término que pasó a
ser sinónimo de los carteles publicitarios luminosos o iluminación
publicitaria), habitualmente para reproducir el logotipo, la marca y otros
mensajes. Más recientemente se han incorporado todo tipo de recursos técnicos,
como las pantallas gigantes para la reproducción de todo tipo de imágenes y
textos, o incluso de programas de televisión.
Los carteles luminosos son propios de las fachadas de
establecimientos si bien también se encuentran en su interior promocionando sus
productos o servicios. Son especialmente habituales en bares y restaurantes de
comida rápida en donde informan de los menús, precios, ofertas, etc. La
iluminación de imágenes también se ha vuelto habitual gracias al
perfeccionamiento de la reproducción fotográfica sobre policarbonatos y otros
materiales.
Los carteles luminosos pueden colocarse en diferentes
posiciones:
pegados al muro o la fachada del establecimiento,
generalmente sobre la puerta
perpendiculares a la fachada sujetos a ella por un soporte
metálico. Sus luces superpuestas conforman el paisaje habitual de muchas
avenidas comerciales en el mundo.
formando esquina sobre la pared del establecimiento.
independientes en forma de monolito luminoso.
Por tener el mismo principio, también se pueden considerar
carteles a las imágenes iluminadas colocadas en el frontal de las máquinas
expendedoras de bebidas, tabaco, alimentos, etc. y que se encuentran en
numerosos establecimientos y lugares públicos. Estadísticas demuestran que un
cartel es totalmente visualizado en un lapso de 12 segundos, por lo que un
cartel complejo y errado en su diseño sería aquel que demande más de ese tiempo
en ser comprendido.[cita requerida]
También se realizan carteles sobre laminas imantadas, las
cuales se utilizan sobre vehículos. Este tipo de cartelería no es permanente ya
que permanece adherida a la chapa por el magnetismo que posee. No daña el
vehículo y se puede intercambiar fácilmente
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